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+: Lo que más me impresiono fue la extensión del hotel y su ubicación, entre la selva y la playa. El tamaño de la habitación más que suficiente ( + 50 m2) y las vistas a las piscina, al bosque selvático y a la playa, espectaculares. Sólo añadir que para llegar al desayuno utilizábamos un funicular Desayuno muy asiático debido a la mayor afluencia de huéspedes de estos países pero correcto, suficiente y las personas europeas, como es nuestro caso, no tienen ningún problema Dispone de dos piscinas inmensas, una a tocar de la playa. La playa es espectacular i no había nadie teniendo en cuenta que agosto es temporada baja. Es preciso calcular las mareas y si se quiere llagar a la isla que está enfrente, mejor en kayak debido a las piedras
-: Lo peor, la temperatura del agua de las piscinas y del mar. Rondará los 35 grados seguro. Lógicamente, debido al clima del lugar En el apartado confort no he puntuado el máximo ya que, según nuestro parecer: - Se podría mejorar la iluminación del baño, sobre todo en lo referente al espejo - Se podría mejorar la sonoridad del aire acondicionado. Demasiado ruidoso i en esta isla es imprescindible que este siempre en funcionamiento, noche i día Para llegar al hotel, teniendo en cuenta que la isla no tiene aeropuerto y que el hotel está a 15 km de la llegada del puerto, no es suficiente con utilizar un sólo método de transporte, necesitas como mínimo dos. Es imprescindible un barco para llegar a la isla y una vez en el puerto te puedes desplazar en coche, en taxi o incluso en moto. Llegar al hotel andando desde el puerto sería una odisea El hotel no está ubicado cerca de ningun centro urbano, está en medio de la selva a un par de kilómetros de la localidad más cercana, Kai Bae
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